¡Lo reitero! Los Seguros son el último recurso para preservar tu tranquilidad y tu calidad de vida cuando ocurren aquellos imprevistos que amenazan con arruinarlas. Continuemos explorando el tema…
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Decíamos en la primera parte que los seres humanos nos la pasamos todos los días y a toda previniendo riesgos, de una u otra forma. Conciente o inconscientemente deseamos mantenernos lo más saludables posibles evitando vernos involucrados en problemas.
Sin embargo, pese a todo, los sistemas del cuerpo humano se van inexorablemente deteriorando hasta el punto de que fallan. Allí es cuando nuestros amigos los S..e..g..u..r..o..s intervienen para darnos una mano. Los S..e..g..u..r..o..s desde este punto de vista se parecen al gato, la cruceta y llanta de respuesto que llevamos en el carro. Son lo que menos queremos emplear (porque ¡qué aburrición tener que cambiar una llanta!) pero los tenemos ahí, como un último recurso en el caso de que los necesitemos.
Si tenemos un problema de salud, entran en juego el seguro médico, el seguro dental, o el seguro de medicamentos por ejemplo. Si no los tuviésemos (o si no tuviésemos los cubrimientos por Seguridad Social), esos deterioros inexorables en nuestro organismo nos obligarían a gastos imprevistos o en casos extremos a la desatención de los mismos por carecer de los recursos económicos.
Gracias a Dios existe la Seguridad Social en muchos países (lo que se conoce como Medicina Universal o Medicina para Todos) y fíjate que la forma como dicha Seguridad Social funciona en muchos casos, en la parte de Salud, es con base en Seguros. En estos casos la población es atendida gracias a seguros contratados por el propio Estado.
Sin embargo, pese a nuestros cuidados y previsiones llega un momento en el que por el ciclo natural de la vida, nos sobreviene la muerte.
¿Te acuerdas que habíamos comentado acerca de cómo los S..e..g..u..r..o..s sirven para crear fortuna y asegurar nuestro futuro económico y el de nuestros seres queridos? ¿Estarías de acuerdo conmigo en que al momento de nuestra muerte lo ideal sería no dejarles a nuestros seres queridos la preocupación por un futuro económico incierto? ¿No te parece que suficiente tienen ya con el dolor por nuestra partida?
Entonces, si el riesgo mayor que buscamos prevenir toda la vida que es la muerte, inexorablemente nos sobreviene,...
¿qué decir de aquellos otros riesgos que a pesar de nuestros esfuerzos, medidas de seguridad, mecanismos de prevención, también se nos presentan?
Tú no te quieres enfermar y sin embargo en algún momento te toca acudir al médico. Ninguno de nosotros desea sufrir un accidente, pero qué pasa si por culpa de la falla de una máquina, de un mecanismo, de un sistema, o del error de otra persona, nos vemos involucrados en uno?
Pensarás que soy un pesimista, una persona negativa, que no confía en Dios (al respecto de esto último, si lo deseas, dá clic en este enlace para compartirte cuál es la relación entre los S..e..g..u..r..o..s y mis creencias espirituales).
La verdad es que no es así. Me considero una persona de fe, optimista. Sin embargo, también me considero algo realista y por lo tanto precavida.
Si quieres, bajémosle el tono a mi panorama de riesgos. Reflexionemos por un momento si hoy en día a alguno de nosotros que manejamos un vehículo se nos ocurre hacerlo sin la llanta de repuesto, con las llantas lisas o con unos frenos en mal estado? Eso no es concebible. Si lo hacemos, eso se llamaría temeridad, irresponsabilidad.
Para no ir más lejos, hoy en día no manejamos un vehículo que no tenga al menos los Seguros Obligatorios al día. ¿Por qué se han hecho obligatorios? Porque los accidentes son el pan de cada día. No queremos vernos involucrados en uno, pero existe la posibilidad de que nos suceda. Y cuando sucede, los Seguros son nuestra tranquilidad, especialmente porque las más de las veces no tenemos el dinero disponible suficiente para responder por los daños que se ocasionen.
En resumidas cuentas, hacemos muy bien en prevenir lo más posible la ocurrencia de un riesgo, pero si este sucede, ahí tenemos los Seguros para que nos respalden y nos proporcionen al menos esa tranquilidad material.
¡Yo quiero los Seguros porque son mis amigos!
¿Tienes alguna pregunta o comentario acerca de estas reflexiones?
¿Tienes alguna necesidad en cuanto a Seguros? Con gusto la atenderemos.
Estamos a tus órdenes...
You may wonder, 'how can I be part of the solution', 'how can I contribute?'. Learn more...