Los Seguros Te
Permiten Llevar a Cabo Tus Sueños –parte 1
¡Ya lo sabes. Creo en los Seguros! Son excelentes para Prevenir Riesgos y Construir Riqueza (y alcanzar la Calidad de Vida añorada), de la forma más sencilla posible y que perdure con los años.
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Al comienzo te compartí acerca del primer componente de la Calidad de Vida que añoro para mí.
Te decía que ¡sueño con que mi hija continue satisfactoriamente su formación física, emocional, social, espiritual, académica, y que escoja de la mejor forma tanto el camino profesional como la pareja con la que vaya a conformar su hogar, de tal manera que se realice como mujer!
Ahora déjame hablarte del otro componente de la Calidad de Vida añorada: Se trata del tener más tiempo disponible para poderme dedicar a lo que me apasiona: Por un lado la familia y por el otro el servicio a los demás.
Para ello preciso de tener una estabilidad económica que me aleje de un peligro, de una tentación, que está al acecho…
¿Cuál es este peligro?...
… Es la preocupación diaria por “no perder lo que tengo” y por “hacer más dinero”.
Mira cómo es el asunto.
Dependiendo de las circunstancias y de qué tan ambiciosos seamos en cuanto a amasar fortuna, las más de las veces podemos caer en la trampa del atesoramiento. Nada nos parece suficiente; entre más tenemos, más queremos.
Este peligro se presenta en particular cuando, habiendo acumulado un cierto grado de riqueza, nos preocupamos por que ésta siga creciendo.
¿Será que algunos de nosotros ya ni dormimos bien, sumergidos en las preocupaciones relacionadas con nuestras “inversiones”?
Mira a tu alrededor y tú mismo vas a obtener la respuesta.
¡Esto no pasa en cambio con los Seguros! Son inversiones que nos dan tranquilidad. No nos tenemos que preocupar por ellas.
Valga decir que es natural que nos ocupemos de que el patrimonio que hayamos acumulado con el correr de los años, mucho o poquito, esté seguro. Sin embargo qué tal si esta “ocupación” se vuelve “preocupación” y hasta obsesión; ¡nos podemos llegar hasta a enfermar!
Rápidamente mira el esfuerzo, el tiempo y el dinero que pueden implicar el estar pendientes de dos tipos de “inversiones”:
El primero de ellos son las inversiones en títulos valores, también llamadas inversiones en bolsa.
Si tienes inversiones en acciones por ejemplo, te toca estar diariamente pendiente de si el precio de las mismas subió o bajó y de qué tanto lo hizo, de las noticias de toda índole y en particular de los análisis económicos, para que puedas tratar de anticiparte a una baja perjudicial para tus intereses y así mismo decidir si es el momento de vender o no.
Esto pudiera parecerle divertido a algunos e incluso a ti mismo al principio. Sin embargo al cabo de los días, dicha ocupación se puede convertir en una obsesión paralizante que no te deja funcionar normalmente en tu rutina diaria.
Pero que no te llegue a pasar como a varios amigos míos que trabajaban para una multinacional, la cual los incentivaba a comprar acciones de la misma. Ellos literalmente “se durmieron” y creyeron que podían confiar en que los ahorros de su vida, representados en dichas acciones estaban a salvo. Un día cualquiera, los cogió de improviso la noticia de que la compañía iba a ser absorbida por otra más grande ¡El precio de sus acciones cayó dramáticamente de un día para otro, y mis amigos perdieron de un tajo los ahorros de un montón de años de trabajo! ¡Qué doloroso!
¿Qué otras demandas de esfuerzo, tiempo y dinero tienen las inversiones en bolsa?
Con las inversiones de este tipo te toca estar pendiente de pagar impuestos sobre las ganancias, y además cuidar todo el complejo asunto de a quiénes se las vas a heredar al momento de tu fallecimiento; o de cómo van a quedar repartidas al momento de una eventual separación de bienes.
¿Pero cuál es mayor peligro que acecha a las inversiones en bolsa?
Todos los días tu capital invertido de esta manera está expuesto al mayor peligro de todos: ¡Los grandes especuladores financieros!
Sí, allí afuera están estos lobos rapaces que andan sueltos, sin ningún control. Ellos son los que manejan los hilos de las finanzas del mundo y que con sus “jugadas” hacen que los inversionistas, grandes y pequeños, pierdan su dinero (¡el tuyo!) para que aquellos se lo puedan embolsar.
¡Con los Seguros en cambio no tienes por qué estar preocupados por todas estas cosas! ¡Los ahorros de toda tu vida están a salvo de vaivenes de la bolsa, de juicios de sucesión, de repartición de bienes y hasta de pagar impuestos!
En seguida te hablaré
del desgaste que implica el estar cuidando un segundo tipo de inversiones y su relación con los Seguros. Da
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