Te comparto la reflexión correspondiente al Domingo 14 del Tiempo Ordinario Ciclo C, sobre las lecturas de la Biblia que se proclaman durante la Eucaristía de este día.
(Note: This is a sponsor's page)
Nota acerca de la fecha: En el 2016, corresponde al Domingo 3 de Julio.
La liturgia de este domingo está centrada en el tema del ENVÍO. Las lecturas nos presentan 3 personajes que se han descubierto enviados por Dios a realizar una misión:
Descubrirse enviado, asumir el envío, entender para qué se es enviado, comprender el contexto en el que hay que ejercer la tarea son aspectos, que – sin duda – entraron en juego en la vida de estos personajes – y deben entrar en juego en nuestra experiencia cristiana, hoy.
En realidad, todos los bautizados (conscientes de ello o no) son enviados: “Como el Padre me envió, así los envío yo” [Jn 17]. Estos enviados deben responder con prontitud, entender la urgencia del envío, trabajar con amor y desarrollar su misión con sencillez, creatividad y humildad. El reto es grande y exigente ¿lo estamos asumiendo?
Veamos las lecturas:
Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto. Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: "Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos."
Algunas reflexiones
El libro de Isaías está compuesto de tres partes, que – según los especialistas – corresponden a autores y etapas históricas diferentes. La tercera parte, que va de los capítulos 56 a 66 se conoce como Trito-Isaías. Sabemos que estos autores presentaron su mensaje al final del siglo VI a.C., y el comienzo del siglo V a.C., algunos años después de que el antiguo pueblo de Israel pudo retornar del exilio en Babilonia.
Al regreso de Babilonia había que reconstruir el país. Este era el gran reto. Esta reconstrucción se hizo muy lentamente y con muchos problemas. La mayor parte de la población estaba sumergida en la miseria, algunos enemigos atacaban constantemente con el ánimo de apoderarse de este territorio y esto dificultaba la reconstrucción. Mucha gente se encontraba desanimada y hasta pensaban que Dios los había abandonado. Otros preguntaban ¿Cuándo Dios va a cumplir las promesas que había anunciado a través de los profetas del exilio, que hablaron de un retorno feliz y de un pueblo próspero?
En este clima de desesperanza y de crisis, algunos profetas aparecen anunciando un mensaje de salvación. Estos profetas sostuvieron la esperanza del pueblo y jalonaron así el proceso de restauración de la nación. Su mensaje fue un llamado a la confianza y al compromiso. Es en este contexto en el que se sitúa la lectura que nos es propuesta.
En esta lectura, el profeta se ocupa de consolar al pueblo sufriente, que no ve muchas perspectivas de futuro. Su mensaje gira en torno a la imagen de Jerusalén como madre del pueblo. Ella dará a luz a su hijo (el pueblo), antes del tiempo previsto y lo alimentará abundantemente con leche.
Nótese la insistencia en la abundancia precisamente en medio de este contexto de crisis. El profeta atribuye esta abundancia a la acción de Dios. Sin Él esto no será posible. Con Dios, todo es posible, aún en medio de las condiciones más adversas.
Y en este contexto aparece, además, un don fundamental: la paz. Esta paz no es simplemente ausencia de guerra, sino un estado integral de salud, de fecundidad, de prosperidad y de amistad interna y externa. Esto es lo que Dios le propone al pueblo y lo que quiere que el pueblo asuma como proyecto.
Es muy sugestiva la manera como se habla de Dios en el texto: Él es padre/madre que ama, que acaricia, que provee, que consuela. Un Dios que espera una respuesta de amor.
Algunas preguntas para la reflexión:
Yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús
Hermanos: Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva. La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios. En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.
Algunas reflexiones
Hemos llegado al final de la Carta a los Gálatas, que hemos venido meditando los últimos domingos.
Ya hemos dicho que la carta fue escrita por san Pablo, para responder a una situación específica: la confusión que sembraron algunos predicadores judaizantes, que sostenían que para acoger a los nuevos cristianos que provenían del helenismo, es decir, no israelitas, había que imponerles primero la carga de la ley mosaica. San Pablo sostiene que esto no debe ser así y que la comunión vital con Cristo es suficiente.
El texto propuesto pertenece a la conclusión de la carta y es como una especie de cierre que Pablo hace de toda su argumentación.
Pablo denuncia que estos predicadores judaizantes están interesados en evitar la persecución (haciendo del cristianismo una simple rama del judaísmo y, por tanto, una religión lícita a los ojos del imperio). También denuncia que lo que quieren es mostrarse y hacer alarde de proselitismo (recordemos que un prosélito era un no-judío convertido a la observancia de la fe judía). Pero Pablo insiste en que el único título que debe interesar al cristiano es ser discípulo de Jesús e Hijo de Dios.
Es en ese seguimiento de Jesús que el discípulo aprende que de lo que se trata es de morir al egoísmo (pecado) para vivir en el amor. Esto es lo que el creyente debe descubrir en Jesús crucificado.
Este proceso de transformación permitirá al creyente pasar del “hombre viejo” al “hombre nuevo”, sabiendo que el modelo de “Hombre Perfecto” es Jesucristo.
Se trata, entonces, de ser como Él. Es por eso que Pablo afirma que lleva en sí mismo las “marcas de Cristo”. Recordemos que en aquella época (en el contexto greco-romano), cada esclavo lleva la marca (sello) de su dueño. Pablo se vale de esta realidad para decir que él lleva la marca de Cristo, es decir, que su dueño es Cristo. Pero no es un dueño dominador y tirano, sino un dueño amoroso que ha dado su vida por aquellos que le pertenecen.
Algunos puntos para la reflexión:
Hay que ahondar en el tema específico de la identidad del cristiano y del estilo de vida y el horizonte ético que se deriva de ella.
Descansará sobre ellos vuestra paz
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir Él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo." Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo."
Algunas reflexiones
Los discípulos continúan caminando con Jesús, que – decididamente- continua su viaje hacia Jerusalén. Recordemos que este no es sólo un camino geográfico sino el desarrollo de una experiencia espiritual de misión, de formación y de servicio en el amor.
La historia del envío de estos 72 discípulos es un relato exclusivo del evangelio de Lucas. Sin duda, Jesús no sólo se preocupó por la adecuada formación de sus discípulos, sino por la puesta en acción de esta formación. La vida es el “terreno” propio en el que toda formación revela su calidad o su deficiencia.
El número 72 es claramente simbólico, que debe ser puesto en relación con el texto de Génesis 10, que nos propone una lista de naciones que pueblan la tierra (son 72). Esto quiere decir que es a todo el mundo que debe llegar el Evangelio, que es a todo el mundo que debe llegar la salvación, que todo el mundo debe conocer a Jesús.
El relato es una catequesis a través de la cual el evangelista Lucas propone a los cristianos, de todas las épocas y culturas, una reflexión sobre la misión de la Iglesia en el mundo. ¿Qué destacar de esta catequesis? Varios aspectos deben ser meditados:
Terminemos nuestra reflexión orando con el…
Aclamad al Señor, tierra entera.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre; cantad himnos a su gloria; decid a Dios: "¡Qué temibles son tus obras!" R.
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. R.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios, que con su poder gobierna eternamente. R.
Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi suplica, ni me retiró su favor. R.
¿Tienes alguna pregunta, duda, inquietud, sugerencia o comentario acerca de estas reflexiones?
Regresar al comienzo del 'Domingo 14 del Tiempo Ordinario Ciclo C'
You may wonder, 'how can I be part of the solution', 'how can I contribute?'. Learn more...