Te comparto la
reflexión correspondiente al Segundo Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A 2020,
sobre las lecturas de la Biblia que se proclaman durante la Eucaristía de este
día.
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Nota acerca de la fecha: En el 2020, corresponde al Domingo 19 de Enero.
Las lecturas de este domingo nos invitan a reflexionar seriamente sobre
la conciencia que tenemos de nuestra vida cristiana (es decir, de nuestra vida
en Cristo) y sobre la manera como, en la sociedad de hoy, vivimos nuestra
consagración a Dios.
Veamos las lecturas:
Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación
El Señor me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra."
La primera lectura nos propone parte del 2.º Cántico del Siervo de Yahvé (Isaías 49,1 – 50,7). En este cántico parece que se identifica al pueblo de Israel como servidor de Dios. Pero, leído actualmente, desde una óptica no nacionalista y más bien amplia, el texto se aplica, primeramente, a Jesús (el perfecto Siervo de Dios) y, en segundo momento, a todo creyente en Dios, que – por serlo- se torna servidor suyo.
Pero hay que tener cuidado con la manera como se entiende este servicio. Hay ‘fanáticos’ que acaban ‘con medio mundo’ y están convencidos (o por lo menos así lo afirman) que están ‘sirviendo a Dios’.
En el contexto de la antigua historia de Israel (de la que dan testimonio los textos del Antiguo Testamento) este Israel que se reconoce ‘Siervo de Dios’ sería aquella pequeña comunidad creyente desterrada en Babilonia, que mantiene viva la esperanza y la fe. Ese grupo que, a pesar de estar lejos de su tierra, mantiene su confianza en Yahvé es el que traerá la salvación a todo el pueblo de Israel y al mundo entero.
Algunas sugerencias para ahondar en la reflexión:
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesús sean con vosotros
Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que Él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
La segunda lectura insiste -desde una perspectiva específicamente cristiana- en la universalidad del Reino de Dios y de la salvación que Dios ofrece a toda la humanidad en la persona de Cristo Jesús.
San Pablo insiste en que hemos recibido la gracia de ser ‘hijos de Dios’, por medio de Jesús; y nos recuerda que hemos sido consagrados para realizar en nuestras vidas una vocación santa o, dicho de otra manera, para ‘ser santos como Dios’. Lo anterior nos hace preguntarnos inmediatamente sobre nuestra idea de ‘santidad’ y sobre ‘cómo vivir la santidad en el complejo mundo de hoy.’
Algunas sugerencias para ahondar en la reflexión:
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel." Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre Él, ese es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios."
El evangelio nos presenta a dos siervos de Dios: Juan (el Bautista) y Jesús (de Nazaret). Sin embargo, insiste en la superioridad de Jesús, superioridad reconocida por el mismo Juan: “Este es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo."”
Jesús de Nazaret, es presentado por Juan como el Cordero de Dios, es decir Aquel que se entrega para salvar a la humanidad del egoísmo y de la muerte. En el relato, san Juan (autor del evangelio, distinto de Juan el Bautista) se esfuerza por dejar clara la identidad teológica de Jesús usando un conjunto de afirmaciones que hallan su raíz en las antiguas tradiciones religiosas de Israel. Para el autor del evangelio, para los cristianos del primer siglo y para nosotros, Jesús es:
En definitiva, Jesús es el enviado del Padre, el ungido por el Espíritu de Dios, el servidor de Yahvé del que habla el profeta Isaías (49,3) …En Él se cumplen las Escrituras antiguas.
Es interesante notar en el relato, la construcción que se hace de la relación entre Juan y Jesús:
Todas estas características de Juan nos pueden ayudar a ver con mayor claridad nuestra relación con Jesús y a situar nuestros esfuerzos en un proyecto mayor: el proyecto del reino de Dios.
Algunas sugerencias para ahondar en la reflexión:
Recordemos el relato del diluvio consignado en el libro del Génesis (Gen 7-8). En este relato se nos cuenta que:
Después de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que había hecho y soltó un cuervo, el cual estuvo volando de un lado a otro, esperando a que se secara la tierra. Luego soltó una paloma, para ver si las aguas que cubrían la tierra ya se habían retirado. Pero la paloma no encontró un lugar donde posarse, y volvió al arca porque las aguas aún cubrían la tierra. Noé extendió la mano, tomó la paloma y la metió consigo en el arca. Esperó siete días más y volvió a soltar la paloma fuera del arca. Caía la noche cuando la paloma regresó, trayendo en su pico una ramita de olivo recién cortada. Así Noé se dio cuenta de que las aguas habían bajado hasta dejar la tierra al descubierto. Esperó siete días más y volvió a soltar la paloma, pero esta vez la paloma ya no regresó. (Gen 8,6-12)
¿Qué significa que sobre Jesús se pose el Espíritu Santo? ¿Qué se quiere afirmar, desde la perspectiva teológica y espiritual cristiana, cuando se dice que el bautizado es ‘templo del Espíritu Santo? ¿Cómo interpreto el siguiente texto de la Carta escrita por san Pablo a los cristianos de Roma?:
“Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero, si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque, si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero, si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»” (Romanos 8,9-15)
Pidamos a Dios para que:
Terminemos nuestra reflexión orando con el…
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Yo esperaba con ansia al Señor; / Él se inclinó y escuchó mi grito; / me puso en la boca un cántico nuevo, / un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, / y, en cambio, me abriste el oído; / no pides sacrificio expiatorio, / entonces yo digo: "Aquí estoy." R.
Como está escrito en mi libro: / "Para hacer tu voluntad." / Dios mío, lo quiero, / y llevo tu ley en las entrañas. R.
He proclamado tu salvación / ante la gran asamblea; / no he cerrado los labios: / Señor, tú lo sabes. R.
¿Tienes alguna pregunta, duda, inquietud, sugerencia o comentario acerca de estas reflexiones?
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