Te comparto la
reflexión correspondiente al Segundo Domingo de Cuaresma Ciclo C 2019, sobre
las lecturas de la Biblia que se proclaman durante la Eucaristía de este día.
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Nota acerca de la fecha: En el 2019,
corresponde al Domingo 17 de Marzo.
Para este segundo domingo
del tiempo de Cuaresma tenemos algunos temas dominantes: las promesas de Dios,
la alianza con Dios, los signos que Dios da, la obediencia debida a Dios.
Dios hace alianza con Abrahán, el creyente
En aquellos días, Dios sacó afuera a
Abrán y le dijo: "Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes." Y
añadió: "Así será tu descendencia."Abrán creyó al Señor,
y se le contó en su haber. El Señor le dijo: "Yo soy el Señor, que te sacó
de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra." Él replicó:
"Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla?"
Respondió el Señor: "Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres
años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón." Abrán los trajo y
los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no
descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los
espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán,
y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso, y vino la
oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los
miembros descuartizados. Aquel día el Señor hizo alianza con
Abrán en estos términos: "A tus descendientes les daré esta tierra, desde
el río de Egipto al Gran Río Éufrates."
Cristo nos transformará, según el modelo de su cuerpo glorioso
Hermanos: Nosotros somos ciudadanos del cielo,
de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro
cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que
posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi
alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con Él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con Él. Mientras estos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: "Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías." No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: "Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle." Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Algunas reflexiones
La narración bíblica está jalonada por las promesas que Dios le hace al ser humano. El capítulo 15 del libro del Génesis está construido sobre la base de dos promesas que Dios hace al anciano Abraham: te daré descendencia y te daré una tierra. Tierra y descendencia eran las bendiciones más anheladas por la gente de aquella época. Sin ellas no había forma, según la lógica cultural de la época, de hacer historia, de perpetuar el propio nombre.
La historia de la composición de este texto (y del libro de Génesis en su totalidad) es bastante compleja. Pero, para lo que nos interesa en nuestra meditación podemos retener varias cosas.
De hecho, el tema central del texto propuesto en la primera lectura es la ALIANZA. Alianzas hay muchas y para muchas cosas. Pero hacer alianza con Dios es algo especial… más aún, en la Biblia las cosas son mucho más atípicas, pues es Dios el que busca a la humanidad para hacer alianza con ella. No es una alianza entre iguales; más que una alianza es un don, un testamento.
Para el pueblo de Israel esta Alianza que Dios sella con el anciano Abraham es, según su tradición, el comienzo de su historia como pueblo. A partir de esta Alianza se comenzaría a formar –según nos narran las tradiciones judías- el pueblo de Israel. Y de esta Alianza surgió no solo el pueblo de Israel, sino el cristianismo (no olvidemos que Jesús de Nazaret fue judío) y la misma Iglesia.
El tema de la alianza que Dios quiere hacer atraviesa toda la Biblia:
Por su parte, la carta de Pablo a los Filipenses es una llamado a vivir de manera auténtica la experiencia da salvación en la persona de Jesucristo. Varios puntos del texto propuesto merecen ser meditados:
Y, para completar la propuesta de este segundo domingo de Cuaresma, la liturgia nos invita a meditar el texto de la Transfiguración aportado por el evangelista Lucas. Allí se nos propone una serie de elementos claves:
La Transfiguración es decirnos "esto es lo que les espera”; es decirnos que "dar la vida vale la pena". Todo proceso de conversión y cambio tiene sentido porque tenemos una roca firme, tenemos uno que no cambia, y garantiza nuestra vida fecunda, un "resucitado que es el crucificado" (J. Sobrino).
Terminemos nuestra reflexión morando con el…
El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? R.
Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro." R.
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio. R.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R.
¿Tienes alguna pregunta, duda, inquietud, sugerencia o comentario acerca de estas reflexiones?
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