En Defensa de la Fe


Reparar en vida para reducir el Purgatorio

“Si conociéramos la severidad de los castigos divinos, nunca cometeríamos el menor pecado, y nunca dejaríamos de hacer penitencia en esta vida, para no tener que reparar por nuestras faltas en la siguiente”.

 

“Recordar siempre, en medio de las penas de la vida, que el objetivo supremo de nuestra existencia, es la salvación de nuestras almas”.


“En la vida actual no podemos entender el bien inefable para el que fuimos creados.

 

Pero en la otra vida, dicho bien aparece a las almas como el pan al hombre hambriento, como el agua viva al que está muriendo de sed, como la salud al enfermo torturado por largos sufrimientos; produce en ellas deseos ardientes que las atormentan sin poder ser satisfechos”.




Si conociéramos la severidad de los castigos divinos, no cometeríamos el menor pecado, y nunca dejaríamos de hacer penitencia en esta vida,para no tener que reparar por nuestras faltas en la siguienteSi conociéramos la severidad de los castigos divinos, nunca cometeríamos el menor pecado, y nunca dejaríamos de hacer penitencia en esta vida, para no tener que reparar por nuestras faltas en la siguiente.



Estimado lector: esperamos que lo que leas a continuación te permita comenzar a comprender cuán crítico es para cada uno de nosotros el reparar en esta vida por las faltas cometidas, con el fin de disminuir la severidad del castigo en el Purgatorio.

 

Estas reflexiones están extractadas de la traducción del francés al español, hecha por el Padre Juan Carlos Ortiz, de uno de los mejores libros sobre el tema del Purgatorio, “Le Dogme du Purgatoire illustré par des Faits et des Révélations Particulières” (El dogma del purgatorio ilustrado por hechos y revelaciones privadas), escrito por el Padre Francisco-Javier Schouppe.


(Este libro está publicado en su totalidad, bajo el subtítulo, “El Purgatorio: cuán importante es comprender su existencia”)






Por qué es crítico reparar por nuestras faltas mientras estamos en vida

“Debemos preocuparnos en reparar en esta vida por nuestras faltas cometidas. Supongamos que alguien le dijera: <<Puedes librarte de ser quemado vivo, siempre que durante tres días ayunes a pan y agua>>. ¿No se consideraría insensato a aquel que prefiriese el tormento del fuego a esta leve penitencia?


De la misma manera, preferir el fuego del Purgatorio a la penitencia cristiana en esta vida es incomparablemente la mayor insensatez”.


“En el Purgatorio, como los dolores que se sufren son mucho más intensos, el tiempo más corto parece muy largo. Este principio nos brinda una nueva forma de apreciar los castigos del Purgatorio.

 

¡Cuán largo parecería un minuto, si tuviésemos que mantener las manos en el fuego durante ese lapso!


“Si conocieras el rigor de los juicios de Dios, no hablarías así. ¿Qué son mis débiles penitencias en comparación con los tormentos reservados en la otra vida para las infidelidades que se permiten tan fácilmente en este mundo? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto? Me gustaría hacer cien veces más”.


“Nada en la tierra puede dar una idea de los tormentos que soporto, y Dios me permite mostraros un efecto notable.


Hasta entonces Catalina había trabajado con caridad para aliviar las almas del Purgatorio; pero desde ese momento redobló su fervor y austeridad para acelerar la liberación de aquella alma y de muchas otras, porque sabía por experiencia la gran necesidad que tienen de nuestra ayuda”.


“Según las revelaciones de los santos, hay una gran diversidad de penas en el Purgatorio. Aunque el fuego es el tormento dominante, también existe el del frío, el de los miembros y los tormentos aplicados a los diversos sentidos del cuerpo humano.

   

Tal diversidad de penas está ordenada por la Justicia Divina, y parece sobre todo responder a la naturaleza de los pecados, los cuales requieren cada uno su propio castigo”.


“El alma ha llegado al final de su vida mortal: esta vida fue un tiempo de prueba, un tiempo de ganar méritos para el alma y de obtener misericordia de parte de Dios.


Una vez transcurrido este tiempo, de Dios no podemos esperar sino Su Justicia. El alma por su parte no puede ni ganar méritos ni perderlos; queda fijada en el estado en que la muerte la encontró”.

 

“Si se encontraba en el estado de gracia santificante, dicha alma está segura de que ya no se le privará de la posibilidad de llegar algún día a disfrutar de la presencia de Dios en el Cielo.

 

Sin embargo, como se le imputan ciertas deudas que ameritan castigos temporales, tal alma debe satisfacer primero la Justicia Divina sometiéndose a dichos castigos en todo su rigor.


Tal es el significado de la palabra Purgatorio y de la situación de las almas que allí se encuentran”.





Cómo reparar en esta vida por nuestras faltas cometidas

Hacemos reparación por nuestras faltas, primero confesándolas a través del Sacramento de la Confesión, pidiendo perdón al Señor por ellas y haciendo el firme propósito de no volver a cometerlas.


Además, si nos es posible, repararemos directamente el daño causado. Adicionalmente, ofreceremos cada Santa Misa a la que asistamos como sacrificio propiciatorio, en particular por nuestros pecados; ofreceremos también nuestros sacrificios de cada día, además de nuestra oración, en reparación por las faltas cometidas. Y muy importante: llevaremos a cabo el mayor número posible de obras en beneficio del prójimo, como reparación por nuestras faltas.









“El miedo al Purgatorio es un miedo saludable: tiene el efecto de animarnos no solo con una compasión amorosa por las almas que sufren, sino también con el celo vigilante por nosotros mismos”.

 

“Pensad en el fuego del Purgatorio, y trataréis de evitar las más pequeñas faltas; pensad en el fuego del Purgatorio, y practicaréis la penitencia, para satisfacer la Justicia Divina en este mundo y no en el otro”.

 








Esperamos que hayas empezado a  concientizarte sobre la urgencia de reparar en vida por todas tus faltas, para lograr disminuir la severidad del castigo en el Purgatorio.


Con el fin de profundizar en el conocimiento de lo que le espera al alma una vez se produce la muerte del cuerpo físico, te invitamos a continuación a leer la traducción del libro sobre el Purgatorio, “Le Dogme du Purgatoire illustré par des Faits et des Révélations Particulières” (El dogma del purgatorio ilustrado por hechos y revelaciones privadas), escrito por el Padre Francisco-Javier Schouppe.






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