Primer Domingo de Cuaresma Ciclo B
Te comparto la
reflexión correspondiente al Primer Domingo de Cuaresma Ciclo B, sobre las
lecturas de la Biblia que se proclaman durante la Eucaristía de este día.
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Nota acerca de la fecha: En el 2015, corresponde al Domingo 22 de Febrero.
Libro de
Génesis 9,8-15.
Y Dios siguió diciendo
a Noé y a sus hijos: "Además, yo establezco mi alianza con ustedes,
con sus descendientes, y con todos los seres vivientes que están con
ustedes: con los pájaros, el ganado y las fieras salvajes; con todos los
animales que salieron del arca, en una palabra, con todos los seres vivientes
que hay en la tierra. Yo estableceré mi alianza con ustedes: los mortales
ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro
Diluvio para devastar la tierra". Dios añadió: "Este será el signo de
la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los
acompañan, para todos los tiempos futuros: yo pongo mi arco en las nubes,
como un signo de mi alianza con la tierra. Cuando cubra de nubes la tierra
y aparezca mi arco entre ellas, me acordaré de mi alianza con ustedes y
con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del
Diluvio para destruir a los mortales.
Salmo 25,4bc-5ab.6-7bc.8-9.
Enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador.
Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.
por tu bondad, Señor, acuérdate de mí según tu fidelidad.
El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
Él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.
Epístola I de San
Pedro 3,18-22.
Cristo murió una vez por
nuestros pecados -siendo justo, padeció por los injustos- para llevarnos a
Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu. Y
entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros, a
los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días
en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos -ocho en total- se salvaron a
través del agua. Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora
ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha
corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la
resurrección de Jesucristo, que está a la derecha de Dios, después de
subir al cielo y de habérsele sometido los Ángeles, las Dominaciones y las
Potestades.
Evangelio según San
Marcos 1,12-15.
En seguida el Espíritu lo llevó al
desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía
entre las fieras, y los ángeles lo servían. Después que Juan fue
arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de
Dios, diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está
cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".
Te comparto algunas
reflexiones acerca de las lecturas anteriores:
- Uno de los temas claves de la
liturgia de hoy es la alianza. La narración del diluvio, aunque aparezca a nuestro espíritu como algo terrible,
lo que en realidad propone es un cambio radical, una transformación necesaria,
que consiste en la destrucción del mal, a fin de posibilitar el surgimiento de
una humanidad nueva.
- El tema de la alianza atraviesa
toda la Biblia. Dios se hace presente en la historia del pueblo, camina con él
haciendo alianzas, que son expresiones de su Amor y, al mismo tiempo, son
propuestas pedagógicas que ayudan al pueblo (y a las personas) a caminar en la
fe.
- Después de la catástrofe del
diluvio Dios hace alianza con Noé y su familia. Lo que está en juego es la
vida. El autor es enfático afirmando a través del relato que Dios no quiere la
destrucción de la vida sino su desarrollo, su plenitud y su dignidad.
- El relato del diluvio está, sin
duda, influenciado por el mito de un diluvio capaz de acabar con toda forma de
vida. Este mito era conocido en las culturas del Medio Oriente antiguo, pero
los autores de la Biblia lo adaptaron a la fe ya vista desde el pueblo de
Israel, para proponer un mensaje teológico fundamental: el pecado (entendido
como extravío del corazón humano y alejamiento de Dios) es la causa de
destrucción de la humanidad y de la creación. Delante del pecado es preciso
reaccionar: hay que luchar contra él y buscar lo nuevo: una nueva creación que
agrade a Dios.
- Esta creación que nace posterior al
diluvio revela no sólo el Amor que Dios tiene por la humanidad, sino también
por todas las demás creaturas. Se trata de una nueva alianza que abraza la
creación entera. Esto es muy importante, pues es la manera de recordarnos que
la especie humana se encuentra unida a toda la naturaleza y que, por lo tanto
en sus proyectos y en sus maneras de vivir debe hacerse responsable de ella. De
hecho, es en este texto en que se habla de una alianza de Dios no sólo
con los seres humanos, sino también con los animales. En esta alianza Dios
asegura que no habrá más muerte y destrucción, sino vida y fecundidad. Lo que
aparece en el texto es una opción radical a favor de la vida. Esto es lo que
debe quedar en nuestro corazón. ¿Cómo acojo y cuido la vida que Dios me ofrece?
¿Cuáles son los compromisos que he asumido a favor de las diversas formas de
vida? La preocupación ecológica no debe quedarse en meros discursos, pues ella
reclama acciones concretas y permanentes.
- Desde el punto de vista teológico,
este texto nos permite comprender el diluvio como símbolo del juicio…
Juicio que no sólo apunta a la destrucción del mal, sino también a la renovación,
a la esperanza y a la posibilidad de una vida nueva y diferente, en el Amor.
- Como confirmación de este mensaje
de la primera lectura, el salmo 24 nos dice que Dios es fiel, que su Amor es estable y que
en su alianza podemos encontrar la sabiduría que necesitamos para construir
nuestra vida. El salmista nos convida a pedir perdón por nuestros pecados
(extravíos) y la liberación de las acechanzas de nuestros enemigos. La
experiencia del extravío acompaña la vida humana: perdemos el rumbo, olvidamos
nuestra dirección, nos apartamos del amor, sacrificamos la verdad, herimos la
justicia. También la experiencia de la enemistad marca nuestra existencia, nos
transformamos en enemigos de otros y otros se declaran enemigos nuestros.
Maltratamos la convivencia y terminamos introduciendo la enemistad en nuestras
relaciones interpersonales y en nuestras relaciones como pueblos y naciones.
Terminamos siendo dominados por la negación de la amistad y el cultivo de la
hostilidad. Fabricamos una sociedad llena de miedos y desconfianzas. Todo lo
anterior nos enfrenta a la tarea de construir formas de convivencia sana
en un clima de diálogo y de cooperación.
- La segunda lectura tomada de la primera carta de Pedro nos sugiere
teológicamente que el agua del diluvio, de la cual fueron salvados Noé y su
familia, es símbolo del bautismo Cristiano. Con el bautismo regresamos al tema
de la alianza: el bautismo es la nueva alianza que Dios quiere hacer con
nosotros en la persona de su Hijo Jesús. De cierta manera el apóstol Pedro
quiere decirnos que una persona bautizada es una nueva creación y, en
consecuencia, su manera de vivir debe corresponder a ésta nueva realidad. En
este sentido tanto los textos de Pedro como las cartas de Pablo son unánimes en
afirmar que el Cristiano debe vivir una vida integra (noble, justa y honesta),
porque es una nueva creatura y porque está siendo renovada permanentemente por
Jesucristo.
- En el texto del Evangelio Jesús, que se encuentra dando inicio a su misión, se
enfrenta con la experiencia de la tentación. El texto nos sitúa en el contexto
de una experiencia fuerte que acompaña toda la vida de Jesús y la nuestra:
¿Quién no ha experimentado la tentación? ¿Quién no ha sido golpeado por el mal?
¿Quién no ha terminado en la situación del apóstol Pablo que nos confiesa que
ha dejado de hacer el bien que quiere y ha terminado haciendo el mal que no
quiere? Al contemplar a Jesús luchando y venciendo la tentación, el creyente
encuentra abierta una ventana de esperanza: es posible vencer el mal. Sin
embargo, el relato nos advierte que la lucha no se acaba en un solo momento y
que la tentación puede volver, por eso es necesario permanecer despiertos y
saber discernir.
- En el Evangelio de Marcos la
experiencia de la tentación está ligada al bautismo y al ejercicio de la
misión. Lo que se nos quiere dar a entender es que no se trata de tres
realidades desconectadas: el bautismo (comprendido y vivido como una
experiencia de comunión con Jesucristo) nos transforma en misioneros (es decir,
en servidores y anunciadores del Reino de Dios), pero esta misión estará
siempre amenazada por la tentación y expuesta al pecado: siempre estamos
confrontados a las fuerzas del mal y si no sabemos discernir terminamos
desviándonos y traicionando la tarea que Dios nos confió en el mundo.
- En el Evangelio de Marcos el
desierto es el lugar donde nos encontramos con Dios, pero también el lugar
donde se toman las grandes decisiones. Jesús pasa cuarenta días en el desierto
(recordemos que el número cuarenta es teológico y no necesariamente
cronológico): se trata de una experiencia fuerte de Dios y de una confrontación
profunda con las fuerzas del mal. Cuando
Jesús busca a Juan Bautista para ser bautizado está aceptando su condición
humana con todas sus ambigüedades y sufrimientos y –al mismo tiempo- está
acogiendo la misión divina que debe realizar al interior de dicha condición
humana. ¿No es esto lo que debemos
hacer los bautizados hoy? ¿Cómo estamos viviendo nuestra decisión de seguir
a Jesús y de servirle?
- En síntesis, la liturgia de este
primer domingo de cuaresma nos invita a meditar sobre varios puntos
fundamentales:
1.
La alianza que tenemos con Dios:
¿Cómo la comprendemos? ¿Cómo la estamos viviendo?
2.
Nuestra unidad con toda la creación
y nuestra responsabilidad por su cuidado. ¿Vivimos la conciencia de esta
unidad?
3.
La necesidad de tomar postura
delante del mal, de la tentación y del pecado. La vida cristiana es
experimentada por el creyente como una lucha y como un proceso de
transformación (conversión). ¿Cómo vamos en esta lucha? ¿Qué podemos
decir de nuestro propio proceso de conversión?
4.
La esperanza de que un mundo
diferente es posible y que podemos construirlo desde nuestra comunión con Dios.
¿Cómo estamos participando en esta construcción?
5.
Nuestra comprensión y vivencia del
bautismo. Pocas veces meditamos sobre esto, pero el bautismo es más que un
rito. Es: a)Una nueva creación, b)Una alianza amorosa con Dios en la persona de
Jesús, c)Un compromiso serio con el proyecto del Reino de Dios, d)Un estilo de
vida basado en el amor, la verdad y la justicia. El bautismo es, pues, una
manera de vivir.
Con estos cinco puntos tenemos material más que
suficiente para nuestra meditación y trabajo. Entramos en el tiempo de cuaresma. Abramos nuestro corazón, nuestros
oídos y nuestro entendimiento para vivir la experiencia de transformación que
Dios nos propone.
¿Tienes alguna pregunta, duda, inquietud, sugerencia o comentario acerca de estas reflexiones?
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