En Defensa de la Fe


Necesitamos soldados para Cristo Rey, contra la falsa Iglesia Moderna

Los estados modernos actuales se han convertido en UNA ENORME MAQUINARIA DE CONDENACIÓN ETERNA. En todos ellos existen muchas trabas para ejercer el apostolado católico.


Pero, ¿Cuál es hoy en día el mayor obstáculo para llevar a cabo “la causa de Dios”?


La pieza maestra, creada por los enemigos para estorbar la Gloria de Dios y la Salvación de las Almas, es la falsa Iglesia Moderna creada con el Concilio Vaticano II: es la falsificación del catolicismo con todos estos falsos papas modernos, Francisco, Benedicto XVI, Juan Pablo II, Paulo VI, Juan XXIII. Esto es lo que vuelve más difícil el apostolado católico, por ese engaño a las almas.


Y ¿Cuál es la mayor necesidad que tenemos para contrarrestar esta falsa Iglesia Moderna?


La mayor necesidad es de soldados, para librar el buen combate por y para Cristo Rey.



¿Cuál es la mayor necesidad que tenemos para contrarrestar esta falsa Iglesia Moderna? La mayor necesidad es de soldados, para librar el buen combate por y para Cristo Rey.¿Cuál es la mayor necesidad que tenemos para contrarrestar esta falsa Iglesia Moderna? La mayor necesidad es de soldados, para librar el buen combate por y para Cristo Rey.



Por ello, te invitamos a leer con suma atención la detallada explicación que al respecto nos hace Monseñor Fernando Altamira en la siguiente prédica, y su llamado a engrosar las filas del Ejército de Cristo Rey.






TODO EN MARÍA y POR MARÍA. Y por las BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO


Queridos hijos: El domingo pasado estuvimos enseñándoles distintos conceptos que hacen a este punto de la doctrina católica:


-Dios Nuestro Señor Jesucristo es REY, y es rey no solo de cada alma particular, sino que, y este es el punto más importante de la fiesta,…


-Él es REY de todos y cada uno de los países y naciones de la tierra, los cuales deberían postrarse a sus pies proclamándole como tal en forma pública y oficial, en sus leyes e instituciones,


-y declarando que el catolicismo es la única religión del Estado, “la confesionalidad católica del Estado”; y la razón de ello es por el hecho de que el catolicismo es la única Religión Verdadera.


-¿Y por qué Jesucristo debe ser REY de todo país de la Tierra? EL FUNDAMENTO ES QUE JESUCRISTO ES DIOS, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios como el Padre y Dios como el Espíritu Santo, y por eso a Él le corresponde todo lo creado, todo.


Como el tema de Cristo Rey es tan amplio, hoy queremos seguir enseñándoles algunos puntos:



[ 1 ] El Bien Común Temporal y el Bien Común Espiritual.

(a) El Bien Común Temporal: este es el fin o la causa final del Estado, la finalidad que debe buscar un buen gobernante. ¿Y en qué consiste?


-El concepto genérico nos dice que el Bien Común Temporal consiste en buscar un cierto bienestar para la nación y sus habitantes, abarcando lo material y una cierta vida virtuosa.


-Los materialistas (los liberales o la falsa derecha, los comunistas y socialistas, es decir, las izquierdas) responderán que el bien común temporal consiste exclusivamente en buscar ese bienestar material (materialismo), sin importar o preocuparse de Dios ni de su Religión (esto equivale al laicismo y ateísmo, y hasta ir contra Dios). Esta postura no acepta la realidad sobrenatural ni el destino eterno que tendrá todo habitante de la nación después de su muerte, por su alma inmortal. No se preocupa de la Verdad ni del Bien, sino solo se preocupa de los bienes materiales, del dinero, la producción, etc.


- Acerca del Bien Común Temporal del Estado, la Verdad y el catolicismo nos enseñan que sin duda abarca el buscar ese cierto bienestar material, tanto para la nación como para sus habitantes. Pero como los habitantes de un país no quedarán para siempre en la Tierra, pues tienen un alma inmortal, ese bienestar material no se ha de buscar como un fin último “absoluto”, sino como UN MEDIO para que los ayude (a través de la práctica de una vida virtuosa “católica” -no naturalista- facilitada por ese bienestar y orden) a alcanzar su destino eterno que es la Salvación Eterna.


-Todo verdadero y buen gobernante debe entender esto y obrar en consecuencia, porque no somos seres que quedaremos “muertos y ya” (como dicen muchos liberales y comunistas y masones), sino que tenemos un alma inmortal y un destino eterno, Cielo o Infierno.


Esto es UN HECHO, les guste o no les guste a los nombrados. Por ello, el Bien Común Temporal no es ese simple bienestar material, sino ese orden social de donde se desprende un bienestar que lleve a Cristo Rey, que lleve a la nación y sus habitantes a Dios Nuestro Señor Jesucristo y a su catolicismo, hacia la Salvación Eterna. Esto es lo que llamo “el Bien Común último-último del Estado: AYUDAR a salvar a sus súbditos”.


En efecto, no le sirve de nada al Estado proveer bienestar material si sus habitantes después van a ir al Infierno. Así obraron los grandes benefactores de sus pueblos, los gobernantes verdaderamente católicos, cuando nuestras naciones eran católicas (Europa y la Cristiandad Española aquí en Hispanoamérica). Así obraron, llevando miles y miles de almas al Cielo, San Fernando Rey de España, Isabel La Católica, el Cardenal Cisneros (dos veces regente de España), San Luis Rey de Francia, San Enrique Rey de Alemania (Emperador Romano Germánico).



(b) El Bien Común Espiritual: este es el fin último de la Iglesia Católica, y consiste en la Gloria de Dios y la Salvación de las Almas. El Bien Común Espiritual es competencia de la Iglesia Católica, pero debe ser ayudada por los Estados, para mejor alcanzar ese bien espiritual en los términos que acabamos de indicar.


-Por eso, en nuestras patrias, cuando fueron hijas de España, había unión del Estado con la Iglesia en esa ayuda mencionada, y se lograba, a través de esa unión la Salvación de miles de miles de almas. Esto es todo lo contrario a lo que ocurre hoy.


-El gran Papa León XIII, en su Encíclica “Immortale Dei” (Immortale Dei miserentis opus), 1° noviembre de 1885, enseña en relación a estos conceptos que acabamos de enumerar lo siguiente:


-“La libertad [y los derechos detrás de ella]... debe versar sobre lo que es verdadero y bueno. Ahora bien, la Verdad, lo mismo que el Bien, no pueden cambiarse al arbitrio del hombre, sino que permanecen siempre los mismos..., [son] inmutables. Cuando la inteligencia da el asentimiento a opiniones falsas y la voluntad abraza lo que es malo... se quitan de su dignidad natural y se despeñan en la corrupción... [Por lo tanto] no debe ponerse frente a los ojos de los hombres lo que es contrario a la virtud y a la Verdad ni mucho menos defenderlo mediante... la tutela de la ley” [hoy, todas las leyes modernas defienden lo que es contra la Verdad y contra el Bien].


[Y ahora viene la parte que queríamos recalcar en relación con el Bien Común Temporal que deben procurar todos los gobernantes de las naciones, para lograr, como auxiliares de la Iglesia Católica, que sus habitantes lleguen al Bien Común Espiritual, es decir a su Salvación]


Continúa el Papa León XIII:


-“Puesto que, solo una vida bien llevada es el camino que conduce al Cielo... el Estado se aparta de la norma y de la ley naturales, cuando permite que la licencia de opinar y obrar el mal... deje impunemente que las inteligencias se desvíen de la Verdad y el espíritu de la virtud”.



[ 2 ] Los estados modernos se han convertido en UNA ENORME MAQUINARIA DE CONDENACIÓN ETERNA

Un reino, una nación, sobre todo los todopoderosos Estados MODERNOS actuales, son una ENORME-ENORME maquinaria de Condenación Eterna, una enorme maquinaria que ayuda a la condenación eterna de miles y miles de almas, de sus habitantes, fomentando todo lo malo, todo el error, todo lo que es “anti Cristo”, anti Dios, anti Catolicismo, insultando a Dios, destruyendo familias e individuos, FACILITÁNDOLES AL MÁXIMO EL CAMINO HACIA EL INFIERNO: leyes del laicismo, ateísmo, educación corruptora, fomento de la lujuria, del concubinato (unión libre), de la planificación-anticoncepción, del aborto, del divorcio (del adulterio), de la homosexualidad, y un gigante-gigante etcétera.


-En definitiva, y esa es la frase para recordar: “El Estado Moderno se ha convertido en UNA ENORME MAQUINARIA DE CONDENACIÓN ETERNA”, cuando debería ser todo lo contrario.


-Eso son los Estados y el mundo del Nuevo Orden Mundial con todas sus instituciones, como la ONU, etc.: una enorme maquinaria de condenación eterna.


Pero en alguna época no fue así; un reino, una nación, en otras épocas no fueron así.



[ 3 ] El Estado fue UNA ENORME MAQUINARIA DE SALVACIÓN ETERNA

-El Estado, en épocas pasadas, fue UNA ENORME MAQUINARIA DE SALVACIÓN ETERNA, para Cristo Rey.


-El Estado (“el reino”) en los primeros Siglos, en la Edad Media, en la Cristiandad Española aquí en América, fue una maquinaria enorme para AYUDAR A LA SALVACIÓN ETERNA, un instrumento usado por Dios y por la Iglesia Católica PARA AYUDAR A SALVAR ALMAS, las almas de sus súbditos, de sus habitantes, a través del apoyo a la Religión Católica, de la unión del Estado con la Iglesia.



[ 4 ] En todos los estados modernos actuales existen muchas trabas para ejercer el apostolado católico

Hoy, el tratar de ser un buen sacerdote, el tratar de ser un buen obispo, el INTENTAR hacer Catolicismo (el buscar la Gloria de Dios y la Salvación de las Almas) está limitado y estorbado POR TODOS LADOS POR LOS ESTADOS MODERNOS, por esa sociedad civil que ellos han creado.


No se imaginan ustedes cuánto nos cuesta hacer nuestro trabajo, nuestro apostolado, cuantas trabas surgen “por todos lados”; aunque es cierto que todavía no es una persecución abierta o frontal; pero hay muchas trabas por el orden (malo) que rige en todos los países: es el proceso hacia el Nuevo Orden Mundial explícito, un orden contra Dios y su catolicismo.


Nota: en cuanto a esa enorme maquinaria de condenación eterna en que se han convertido todos los Estados modernos actuales, absolutamente todos sin excepción. El único matiz a mencionar, es que algunos Estados tienen el proceso mucho más avanzado; están más entregados y “obrados” según el Nuevo Orden Mundial. Mientras tanto, otros países -tal vez por la mayor herencia del catolicismo y de Cristo Rey que antes tuvieron, como Colombia, por ejemplo- van algo más despacio en el proceso. Mientras tanto, ni hablemos por ejemplo de los países que nunca han sido católicos (o casi nunca) como la India, Irán, Iraq, Arabia, China, Japón, grandes porciones de África; o de los grandes países que cayeron en la herejía contra el catolicismo, como Rusia, Inglaterra, gran parte de Alemania, la Europa actual. El mundo entero circula en estos cánones del Nuevo Orden Mundial, que significa un orden sin Dios y sobre todo contra Dios, contra Dios Nuestro Señor Jesucristo, un orden “anti-Cristo”, sin Cristo Rey, y sin el catolicismo; un orden centrado en el puro ser humano, en esta “pobre y triste cosa que somos los seres humanos”.



[ 4 bis ] El Nuevo Orden Mundial es un “orden” (“desorden”) del humanismo, del naturalismo

En definitiva, se trata de terminar de hacer lo que San Agustín llama “La Ciudad del hombre”, y que él explica que en definitiva es “La Ciudad de Satanás”; un proyecto contra Dios, otro intento de construir una Torre de Babel, que está condenada al fracaso final porque será destruida con la Parusía.


Es entonces un falso orden que debemos soportar y combatir mientras los enemigos de Dios van ejecutando su plan y alcanzado sus “logros” en la mayor explicitación posible. Pero, ¡serán derrotados por Cristo Rey!



[ 4 ter] ¿Cuál es hoy en día el mayor obstáculo para llevar a cabo “la causa de Dios”?

En esta realidad de lo difícil que se ha tornado “hacer Catolicismo”, ¿Cuál se ha vuelto el obstáculo mayor, el mayor daño y estorbo para realizar “la causa de Dios”?


-La pieza maestra creada por ellos para estorbar la Gloria de Dios y la Salvación de las Almas es la falsa Iglesia Moderna creada con el Concilio Vaticano II. La pieza maestra es la falsificación del catolicismo, con la falsa Religión Moderna y todos estos falsos papas modernos, Francisco, Benedicto XVI, Juan Pablo II, Paulo VI, Juan XXIII. Esto es lo que vuelve más difícil nuestro apostolado; ese engaño a las almas, la falsificación de la Iglesia Moderna, la cual no es la Iglesia Católica.


Nota: En cuanto a obstáculos, ¿Qué rol juegan las limitaciones de los medios materiales, del dinero? Tenemos limitaciones materiales, pero ello no es el punto importante, porque Dios siempre otorga lo necesario. A veces es en forma limitada, para nuestra santificación, y para no creer que debemos apoyarnos en los medios materiales. “A Dios le gusta hacer grandes cosas con pocos recursos, con pocos medios materiales” decía -palabras más, palabras menos- el Padre Castellani. Escuchemos de la Liturgia Católica, para la fiesta de San Pedro de Alcántara (19 de octubre), una enseñanza al respecto (Maitines, Lecciones 7-8-9), con comentarios de San Beda:


-(Luc 12:32) “No temáis pequeño rebaño, porque ha complacido a vuestro Padre daros el reino”.


Homilía sancti Bedæ: Lib. 4, Cap. 54, in Luc. 12 [Lecitio 7] Da el nombre de pequeño rebaño de los elegidos, ya en comparación al gran número de los condenados («réprobos»), ya por acto de devoción hacia la humildad: esto es, porque Él (Dios) quiere que su Iglesia, dilatada ya en tan gran número, crezca sin embargo en humildad hasta el fin del mundo, y que mediante la humildad llegue al reino prometido. (...)


[Lectio 8] (...) No temáis, dice, que a los que militan por el reino de Dios, falten las cosas necesarias para esta vida...


[Lectio 9] (...) no hay que interpretar este consejo, como que nada de dinero sea guardado por los santos, ya para sus cosas personales, ya para las cosas de los pobres, porque el mismo Señor... sin embargo deja el legado -testimonio para enseñar a su Iglesia- que Él tuvo una bolsa (para el dinero), y que conservaba las ofrendas (o donaciones) de los fieles, y que las distribuía para las necesidades de los suyos (de sus discípulos) o para otras personas que tenían necesidad.


Pero no se debe servir a Dios por estas cosas (por el dinero) [y qué vergüenza, tantos casos de sacerdotes que buscan el sacerdocio por el dinero que eso les genera], ni desertar la justicia [abandonar la causa de Dios] por temor de sufrir necesidades (por temor a la pobreza).



[ 5 ] La mayor necesidad que tenemos es de soldados para el Ejército de Cristo Rey

Ante un mundo así, el mayor padecimiento, la mayor necesidad que tenemos no es económica: La mayor necesidad que tenemos es humana, la necesidad de obreros para la mies; es la necesidad de vocaciones de varones -para el sacerdocio- y de vocaciones de mujeres -para monjitas, para el Convento de nuestras Hermanas Oblatas-.


-Como nos gusta decir, y es una realidad: este es un ejército sin hombres; no tenemos soldados; la causa de Dios no tiene quién luche por ella; el Ejército de Dios es un ejército sin hombres; no tiene militares; nadie quiere entregarse para luchar por la causa de Dios; nadie quiere entregarse a la vida consagrada para luchar por Él, para luchar por Dios.


Son tiempos finales, son tiempos apocalípticos, en un mundo que se cae a pedazos; debe haber generosidad y entrega para hacer los últimos esfuerzos de la batalla, para ofrecer a Dios la vida; debe haber muchos jóvenes generosos y heroicos entregándose en el sacerdocio (o como religiosas) para Dios; pero casi nadie quiere entregarse: “que se entreguen los otros, yo no. Eso sí, rezaré para que haya vocaciones, pero de otros, no la mía”.


-Somos “tres gatos locos” para el mundo entero. Somos “una casi nada”, o sin “el casi”: somos una nada para toda Colombia (agotados; viajando todo el tiempo, de un lugar a otro, sin tiempo para nada, nunca pudiendo atender bien a los fieles por falta de tiempo, porque en nuestra Capilla somos -uso una expresión acuñada y perdón por la expresión- “dos pobres TIPOS” que no damos abasto, que nunca terminamos nuestras tareas porque -otra vez- no nos da el tiempo, siempre sobrecargados, siempre desbordados de trabajo, de apostolado, y no tenemos quién nos ayude, quién nos dé una mano en toda esta tarea inabarcable. Necesitamos obreros para que nos ayuden como futuros sacerdotes, o a las Hermanas, como futuras monjitas.


-Somos “una casi nada” para todo Brasil, para todo Hispanoamérica. “Necesitamos soldados para este Ejército”, sacerdotes para luchar por Cristo Rey, en la primera línea de batalla. -Y necesitamos « soldadas » para este Ejército”, monjitas y hermanas para nuestro Convento de Oblatas, para luchar por Cristo Rey como auxiliares de guerra.


-Frente a todo este panorama, ¿yo no voy a tener la generosidad de entregar mi vida a Dios, para ver -me expreso mal- si Él me acepta como voluntario para su Ejército?


-Un joven, una joven deben decir: Sí, yo me ofrezco “como voluntario”, para luchar; yo me ofrezco como voluntario.



El siguiente es un llamado a engrosar las filas del Ejército de Cristo Rey

Terminamos con este llamado al combate, un llamado a los SOLDADOS de Cristo Rey (varones y mujeres), para luchar por Él, para luchar por el catolicismo, para luchar por la Salvación de las Almas. Y para ello tomamos algunos extractos de esa hermosa canción del folclor argentino tradicional, “Mundo Progresista” (la cual, valga la redundancia, es una crítica al mundo progresista en que vivimos).


Nota preámbulo: Ya lo saben: ante la afirmación, “hay que ser progre” debemos decir ¡no!; eso es una falsedad que esconde el mundo del Anticristo. Yo, con la gracia de Dios, nunca seré progre, con la gracia de Dios seré -espero- siempre de Cristo Rey, seré siempre católico apostólico y romano, y por lo mismo “anti-progre”.


La canción dice así:


Pa ́ mí que esto va pal ́ diablo, el despiole [el desorden] ya es total.

El bien se ha volao al cielo y anda suelto todo el mal.

Mandinga [el Diablo] está gobernando y no le faltan menistros [ministros]:

Dotores [Doctores], maistros [maestros], letrados, melicos [militares], curas y obispos.

Nadie se quede dormido porque a la guerra han llamado,

Mi bandera es La Verdad, bandera de enamorado.

La ciencia y la economía son las reinas del fandango,

Se niega a Dios y a Su Gracia, y el Diablo nos va llevando.



Jóvenes, varones y mujeres: “Nadie se quede dormido porque a la guerra han llamado. Mi bandera es la Verdad, bandera de enamorado”.


Que nuestra bandera sea la bandera de Dios Nuestro Señor Jesucristo, Él es la Verdad; y que seamos unos enamorados de Cristo Rey.


Jóvenes varones y mujeres: ¡A ofrecerse como voluntarios en esta guerra, por la posible vocación sacerdotal y por la posible vocación como religiosa!


AVE MARÍA PURÍSIMA.






Aprovechemos a continuación el video de la prédica anterior de Monseñor Altamira, para reforzar el urgente mensaje de que necesitamos soldados para Cristo Rey, contra la falsa Iglesia Moderna.






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