Te comparto la
reflexión correspondiente al Domingo 16 del Tiempo Ordinario Ciclo B 2018,
sobre las lecturas de la Biblia que se proclaman durante la Eucaristía de este
día.
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Nota acerca de la fecha: En el 2018, corresponde al Domingo 22 de Julio.
La imagen del PASTOR aparece, en la liturgia de hoy, como el recurso a través del cual se nos invita a reflexionar. Los creyentes cristianos seguimos a Jesús, de quien decimos que es nuestro Pastor. Hacemos parte de una sociedad en la que los dirigentes están llamados a ejercer las tareas que le corresponden al pastor:
Todo ello dentro de una clara integridad ética.
Veamos las lecturas:
Reuniré el resto de mis ovejas y les pondré pastores
Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño –oráculo del Señor-. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: “A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones –oráculo del Señor-. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán ni se espantarán, y ninguna se perderá –oráculo del Señor-. Mirad que llegan días –oráculo del Señor- en que suscitaré a David un renuevo legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: El-Señor-nuestra-justicia.”
Retengamos algunas frases de esta lectura:
Él es nuestra paz, Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa
Hermanos: Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en Él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en Él, al odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.
Retengamos algunas frases de esta lectura:
Andaban como ovejas sin pastor
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco". Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Retengamos algunas frases de esta lectura:
Algunas reflexiones
En el Antiguo Testamento los guías políticos y religiosos son presentados bajo la imagen del pastor y, complementariamente, el pueblo asume (en esta comparación) el lugar del rebaño. Pero es un rebaño pensante; no hay que trasladar la metáfora sin hacer las debidas consideraciones. El pueblo (visto como rebaño) espera que sus dirigentes sean pastores éticos, responsables y comprometidos; y, además, espera ser tratado con respeto.
Parece que este respeto no sucedía en el antiguo pueblo de Israel (bueno, aún hoy…). Por eso Dios hace un reclamo a los pastores y nos invita a reflexionar sobre: 1) la calidad de dirigentes que tienen los pueblos; 2) la relación entre los dirigentes y el pueblo; 3) la inteligencia del mismo pueblo, en lo que tiene que ver con la selección de sus dirigentes y con el seguimiento de su gestión. El relato, leído desde esta perspectiva, es de una gran actualidad.
La figura del jefe como pastor cobró vigencia, en el antiguo pueblo de Israel, a partir de David. De hecho, el Antiguo Testamento conserva la tradición que presenta a David como el joven pastor que, por su valentía, llegó a ser rey. Efectivamente, fue ungido rey y fue reconocido como tal por el pueblo, porque Dios lo había escogido para tal tarea. De ello nos quedan algunas enseñanzas claves:
El texto es un claro reclamo de Dios a los dirigentes a través del profeta. Entonces el profeta anuncia la inquebrantable fidelidad de Dios (“Yo mismo…”). Él suscitará nuevos e íntegros dirigentes que harán adecuadamente la tarea. Aún más, Dios suscitará un dirigente (un PASTOR) especial, que superará toda expectativa. Los creyentes cristianos identificaron este Pastor fiel en la persona de Jesús. Jesús es, pues, ese ‘renuevo’ del que habla el profeta Jeremías. Siglos más tarde, el evangelista Juan nos lo transmite de esta manera cuando nos refiere (en el capítulo 10 de su evangelio) el discurso de Jesús, que dice:
11Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. 12 El asalariado no es el pastor, y a él no le pertenecen las ovejas. Cuando ve que el lobo se acerca, abandona las ovejas y huye; entonces el lobo ataca al rebaño y lo dispersa. 13 Y ese hombre huye porque, siendo asalariado, no le importan las ovejas. 14 »Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, 15 así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a Él, y doy mi vida por las ovejas. 16 Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. 17 Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibirla. 18 Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad.
“Jeremías cree que el desorden, la situación de injusticia y los sufrimientos que tiene que soportar el pueblo se debe a los dirigentes que no han sabido gobernar en función del bien del pueblo, sino en función de sus intereses personales y de clase; por eso han fracasado como gobernantes y es necesario entonces que Dios suscite nuevos pastores”. (Servicios Koinonía) Esta lectura nos invita a examinar detenidamente la sociedad que hemos construido, a revisar detenidamente el desempeño de nuestros dirigentes y líderes, a evaluar el comportamiento y la gestión de los dirigentes religiosos, a pedir a Dios ‘buenos pastores’ y, sobre todo, a reconocer la grandeza del gran pastor Jesucristo.
El trozo de la carta a los efesios nos ayuda a avanzar aún más en la reflexión. El texto es una especie de himno que se centra en la persona de Cristo Jesús y en la obra salvadora de Dios realizada en Él y por Él. Cristo Jesús aparece aquí como el verdadero pastor porque:
¿Podemos aspirar a mejor pastor?
En este pequeño texto de la carta a los efesios, san Pablo nos recuerda que si permanecemos unidos a Cristo Jesús desaparecerán las divisiones y las injusticias y lograremos construir una ‘humanidad nueva’.
En este mismo sentido, el texto del evangelio de Marcos nos introduce en la actitud fundamental sin la cual la humanidad nueva no podrá emerger: la compasión. Tuvo compasión de ellos porque andaban como ovejas que no tienen pastor. Esa humanidad nueva por construir es una tarea exigente, inmensa, inconclusa, siempre abierta. Por eso, aunque haya necesidad de descansar, hay que volver a la tarea: atender a la multitud necesitada, a la humanidad enferma, a la sociedad fragmentada. Recordemos que en la época de Jesús también hay graves problemas con los dirigentes: los jefes políticos y religiosos dispersaban cada vez más al pueblo y lo maltrataban. En el horizonte internacional las cosas no eran diferentes. Recordemos las palabras de Jesús:
Jesús los llamó, y les dijo:
—Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos.26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; 27 y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. 28 Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud.
El evangelista Marcos presenta a Jesús, que - movido por la compasión – dedica (con los suyos) todos sus esfuerzos a la causa del Reino de Dios. Para esto ha venido, esta es su tarea (misión): traer a la humanidad la salvación de Dios; hacer del amor la fuerza transformadora de cualquier sociedad y cultura; poner la fraternidad humana como fundamento de toda sociedad; hacer del servicio la norma de vida que conduce a la auténtica realización. ¿Qué aplicación tiene todo esto en nuestra vida? ¿Podemos encontrar en estas lecturas, pistas para trabajar por el país que queremos?
Terminemos nuestra reflexión orando con el…
El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con perfume, / y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por años sin término. R.
¿Tienes alguna pregunta, duda, inquietud, sugerencia o comentario acerca de estas reflexiones?
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